volver a nacer

Larucha
2 min readMay 28, 2021

--

“Quizás te ayuda a liberar el nudo y destrabar lo que quieras contarle al mundo sobre él. Aunque el mundo sean vos y una hoja, me dijo y me quedé sin palabras. Incluso le envié un sticker como buena representación gráfica. No sé qué opina la gente pero desde que llegaron los stickers a mi vida, todo se volvió un poquito más fácil. Bueno, no hablando en líneas generales, claro. Pero cada vez que no encuentro las palabras justas para decir, pum, aparece un sticker. Es como cuando contas un chiste y no necesitas explicarlo, porque el chiste se cuenta solo. Bueno, con los stickers pasa un poco lo mismo. Debo tener más de 200 stickers guardados, algunos repetidos sí, pero por suerte, casi siempre tengo con que responder. Y cuando no, entonces sólo escribo: no sé qué decirte, e igual está bien.

Y entonces pienso qué, sí el mundo somos una hoja y yo, entonces me gustaría decirle algo:

Hace ya una semana que no paro de pensar en él. Su sonrisa se me aparece en los sueños y en los días soleados, debe ser la estación que me tiene sensible. Siempre me dijeron que el otoño es época de cambios pero que esos cambios llevan procesos, algo así como pasa con los árboles. Al pasar los días, sus hojas cambian de color. Antes de llegar al otoño, los árboles brillan con sus hojas color verde y a medida que va llegando el otoño, empiezan a teñirse de amarillo para luego secarse y caer, o viceversa.

Los primeros cuatro años le escribí por Facebook. Le contaba qué tal iba todo y le contaba algún chiste, de esos chistes que acostumbrábamos a hacer. Es increíble como hay personas que te marcan y que el tiempo no es más que tiempo, y que la vida así como viene, también se va.

El otro día escuché que hay personas que no están pero están. Que yo, que vos, que ustedes, todos somos otros y otros son otros y así sucesivamente. Para que se entienda mejor, cuando alguien se va de nuestra vida, igual se queda y empieza a ser parte de mí, de vos, de otro. Soy yo pero también soy vos, soy él, soy ella, soy. Soy lo que ves y lo que no, también. Soy todo eso y más. Él era todo eso y más. Él era todo lo que estaba bien. Si te dicen que la sonrisa de un pibe vale oro, créeles. Porque el día que dejé de sonreír, no va importar más nada. Ni las palabras ni los stickers bastarán. Te quedarás completamente mudo. Y esa sonrisa que tanto anhelabas se convierte en recuerdo, y el recuerdo se vuelve ceniza.

Por vos amigo, volvemos a nacer.

--

--